No cabe duda, y lo digo una vez más, que esta temporada será de las más apasionantes de los últimos tiempos, al menos en lo que a emoción en la carrera se refiere. No en vano, hace tan solo 3 carreras era impensable que la resolución de la victoria se produjera a tan solo cinco vueltas del final. Antes, tras la primera o segunda parada en boxes todo quedaba sentenciado y casi podías apagar la TV sin temor a perderte nada interesante. Pero ahora las cosas han cambiado y de que forma.
No solo el famoso DRS –alerón trasero móvil- aporta un plus al espectáculo al facilitar los adelantamientos en un lugar prefijado del circuito, sino que los neumáticos se han revelado como la auténtica guinda del pastel. En el circuito de Shanghai ha quedado claro que la clave pivota en la degradación de los neumáticos puesto que provoca diferentes ritmos de carrera y con ello cambios constantes de posiciones, toda vez que suministra grandes dosis de espectáculo. Por lo tanto, contar con una estrategia adecuada, o al menos con aquella que sea lo suficientemente flexible para adecuarse a ese desgaste de las gomas, será pieza clave para afrontar una carrera con garantías de victoria.
En China hubo disparidad de criterios en los planteamientos de carrera ya que algunos optaron por tres paradas y otros por dos, siendo la primera estrategia la que se reveló ganadora, dado que, los que pararon tres veces, compensaron con creces el tiempo perdido en boxes con el superior ritmo que les proporcionaban unos neumáticos más frescos, y por tanto con menos degradación.
Y para muestra un botón. En China, sin duda, ha vencido el piloto que supo adecuar la estrategia a las circunstancias: Hamilton, que por cierto, a punto estuvo de no participar en la carrera debido a un problema mecánico momentos antes del cierre del pit lane que hizo trabajar duro a los mecánicos gracias a lo cual llegó “in extremis” a la parrilla. Después una buena salida acompañada de tres paradas en boxes la victoria estaba servida, convirtiéndole en el segundo piloto que gana con los nuevos neumáticos Pirelli.
El alemán de Red Bull que había partido otra vez desde una pole obtenida con humillación de por medio para el resto de rivales, no salió bien, quizás motivado por los problemas con el KERS, y así en la primera curva se vio relegado a la tercera posición detrás de los dos pilotos de McLaren, Button y Hamilton. Vettel pagaría su estrategia a dos paradas, ya que, siendo líder a falta de cinco vueltas no pudo contener el ataque de Hamilton quedando relegado a la segunda posición. Pero es que, de haber contado la prueba con una vuelta más y si las ordenes de equipo lo hubieran permitido, habría sido superado por su compañero, que saliendo desde la posición 18º -al no superar la Q 1 en un claro error del equipo al sacarle a pista con los neumáticos inadecuados- alcanzó el tercer peldaño del podio en una remontada de las de quitarse el sombrero. Cierto es que, fruto de la pifia de la clasificación, contaba con tres juegos de neumáticos blandos a los que supo sacar un gran provecho.
Que nadie piense que el escenario cambia lo más mínimo ante la victoria de un McLaren, ya que la gesta de Webber viene a constatar la terrible superioridad de los monoplazas diseñados por el gurú de este deporte, Adrian Neway. Si Vettel hubiera calcado la estrategia de su compañero hubiera ganado de largo. Por tanto, no ganó Hamilton, sino que perdió Vettel. Está claro que Red Bull juega en otra división. Son los mejores incluso en inferioridad de condiciones, ya que sin usar el Kers se permiten el lujo de que Webber adelante nada menos que 15 posiciones. Conducen a una mano. Si el resto no espabila esto se puede convertir en un paseo para el equipo de la bebida energética.
Todo lo contrario que el equipo Ferrari, que si en clasificación está a un segundo y medio de Red Bull, en carrera, y pese al nuevo alerón delantero, las cosas tampoco pintan mucho mejor. Poco fructífera parece la contratación del que fuera director de estrategia de RBR, ya que tanto Alonso como Massa insistieron en una errónea estrategia a dos paradas que solo dio lugar a unos decepcionantes sexto y séptimo puesto al final de la carrera. Bien es cierto, que en algunos lances de la prueba parecía que Massa podría llegar a luchar por el podio, pero solo era un espejismo provocado por los bailes de las posiciones de cabeza.
El que estaba en otro mundo era Fernando Alonso, que volvía a partir, por tercera vez consecutiva, desde la quinta posición, y que, de nuevo salió mal perdiendo la posición frente a su compañero. Justo es reconocer que se vio penalizado por haber parado en boxes después que Massa, lo que le mandó a la mitad del pelotón teniendo que vérselas con un Schumacher que no estaba por la labor de ceder lo más mínimo teniendo en cuenta las prestaciones de su Mercedes MPG W02. O si no, que se lo digan a su compañero de equipo, Nico Rosberg que llegó a liderar la carrera y al que problemas de consumo de combustible le relegaron a una meritoria quinta posición, justo por detrás del piloto de McLaren, Jenson Button, que protagonizó la imagen cómica de la jornada al equivocarse de box en el cambio de neumáticos, casi llegando a parar en el de Red Bull.
Una carrera, en todo caso, para olvidar para la Scuderia y para Fernando que durante la carrera parecía arrastrar problemas pero al final declaró para desánimo de los ferraristas que de problemas nada, que ese era el potencial del coche y que nada más se podía hacer.. Pésima noticia teniendo en cuenta que ya dista nada menos que 42 puntos del líder del campeonato, sin una brecha difícil de superar si esto no cambia un poco. Claramente el 150º Italia está a años luz de los Red Bull y de los McLaren y, puede decirse que es el tercer, o incluso el cuarto equipo de la parrilla a tenor del sorprendente avance experimentado por el equipo Mercedes. Al contrario que Renault que rompió aquí la racha de buenos augurios que venía arrastrando desde el inicio del campeonato.
El que estaba en otro mundo era Fernando Alonso, que volvía a partir, por tercera vez consecutiva, desde la quinta posición, y que, de nuevo salió mal perdiendo la posición frente a su compañero. Justo es reconocer que se vio penalizado por haber parado en boxes después que Massa, lo que le mandó a la mitad del pelotón teniendo que vérselas con un Schumacher que no estaba por la labor de ceder lo más mínimo teniendo en cuenta las prestaciones de su Mercedes MPG W02. O si no, que se lo digan a su compañero de equipo, Nico Rosberg que llegó a liderar la carrera y al que problemas de consumo de combustible le relegaron a una meritoria quinta posición, justo por detrás del piloto de McLaren, Jenson Button, que protagonizó la imagen cómica de la jornada al equivocarse de box en el cambio de neumáticos, casi llegando a parar en el de Red Bull.
Una carrera, en todo caso, para olvidar para la Scuderia y para Fernando que durante la carrera parecía arrastrar problemas pero al final declaró para desánimo de los ferraristas que de problemas nada, que ese era el potencial del coche y que nada más se podía hacer.. Pésima noticia teniendo en cuenta que ya dista nada menos que 42 puntos del líder del campeonato, sin una brecha difícil de superar si esto no cambia un poco. Claramente el 150º Italia está a años luz de los Red Bull y de los McLaren y, puede decirse que es el tercer, o incluso el cuarto equipo de la parrilla a tenor del sorprendente avance experimentado por el equipo Mercedes. Al contrario que Renault que rompió aquí la racha de buenos augurios que venía arrastrando desde el inicio del campeonato.
Un error de sus mecánicos en la parada en boxes hizo que Jaime Alguersuari perdiera la rueda trasera y pasara a ser la única baja de la carrera. Una pena si tenemos encuentra que disputaba su carrera número 30 y que había logrado colarse en la Q 3 por primera vez, habiendo logrado una trabajada séptima posición por delante de su compañero de equipo; aunque lo cierto y verdad es que al contar con un coche con tan poco potencial difícilmente hubiera puntuado en esta carrera.
Pero no todo van a ser malas noticias para los representantes españoles ya que esta vez el equipo HRT no tuvo que sufrir tanto y pudo superar con holgura la norma del 107% que les permitió disputar la prueba. Pero sobre todo, se abre un rayo de esperanza ya que han recortado espectacularmente la distancia que les separaba de sus inmediatos rivales, los Lotus y los Virgin. Además, y a diferencia de lo acontecido en Malasia, ambos monoplazas lograron concluir la prueba.
Se abre ahora un parón de tres semanas hasta la próxima carrera en Turquía. Un periodo de frenético trabajo en las fábricas y donde los simuladores echarán humo. Buena oportunidad para hacer bien los deberes e intentar recortar las distancias con los rivales, sobre todo el equipo Ferrari, la gran decepción del comienzo de la temporada. Confiemos en la capacidad de revolución de los chicos de Maranello y esperemos que no se duerman en los laureles.
Resultado de la carrera: