Gloriosa, soberbia, grandiosa y cuantos más adjetivos quieran ponerse. Así ha sido la carrera que Fernando Alonso ha protagonizado en el Valencia Street Circuit. Pese a una decepcionante clasificación y a tener que tomar la salida en la undécima posición, el de Ferrari ha firmado una agresiva remontada y una épica victoria, ofreciendo todo un recital de pilotaje y de adelantamientos al límite. Sin lugar a dudas una antológica carrera para el español que obtiene su victoria número 29 en la máxima categoría y la segunda en suelo nacional después de que lo lograra en el GP de España de 2006. El de Valencia es el triunfo más emotivo de su vida. Las lágrimas en el podio daban buena fe de ello. “Ganar en España esta carrera probablemente ha sido la mejor victoria, la que mejor me ha hecho sentir, probablemente no ha habido nada comparable a esto. Es la victoria más emocionante de mi carrera…” declaraba el español a la conclusión de la prueba.
Pero el camino no fue nada fácil. En los primeros compases de la prueba, las cosas pintaban bien para Sebastian Vettel que, tomando la salida desde la pole, pronto puso tierra de por medio con sus inmediatos perseguidores con el objeto de forjar una carrera como a él le gusta. No en vano, su ritmo parecía inalcanzable, rememorando sus gloriosas actuaciones de la pasada campaña. Metía del orden de un segundo por vuelta a sus rivales, aunque hay que reconocer que se vio benefició por el tapón que en la segunda posición protagonizaba el piloto de McLaren, Lewis Hamilton, cuyo ritmo era bastante peor.
El que volvió a sacar petróleo en la salida fue Fernando Alonso que recuperó tres posiciones. En su posterior periplo hasta la vueltas 16, donde realizaría su primera parada en boxes para cambiar los neumáticos y montar gomas duras, el español remontó otras dos posiciones ofreciendo todo un festival de adelantamientos no exentos de mucho riesgo, jugándose sin pudor la supervivencia en la carrera. Nico Hülkenberg –Force India- y Pastor Maldonado –Williams- fueron sus víctimas. Tras un fugaz pit stop, el de Ferrari logró recuperar otras dos posiciones más al adelantar a Kimi Raikkonen –Lotus- y a Kamui Kobayashi –Sauber-, colocándose en la cuarta posición virtual, dado que otros pilotos aún no habían realizado su parada. Con ellos precisamente se toparía en breve y la bala roja lo fue más que nunca, dando buena cuenta de ellos y dejando atrás al Lotus de Raikkonen que no pudo hacer lo propio. Por entonces las posiciones estaban estabilizadas en las primeras posiciones, siendo Vettel primero, seguido de Romain Grosjean a una distancia de más de 20 segundos. Detrás se ubicaban Hamilton y Alonso en este orden.
Pero con una carrera plagada de adelantamientos y de toques entre pilotos, el que protagonizaron Jean-Eric Vergne –Toro Rosso- y Heikki Kovalainen -Caterham- en la vuelta 29, iba a provocar la salida del Safety Car a resultas de la suciedad dejada en la pista, por lo que se producía el reagrupamiento de los pilotos y surgían nuevas expectativas y esperanzas para todos. Aprovechando esta la circunstancia los pilotos realizaron su segunda parada en boxes para cambiar el juego de neumáticos, momento en el que falló el gato delantero del equipo McLaren y Hamilton realizó una pésima parada –parece que tiene gafe este año en estas circunstancias- siendo adelantado por Alonso.
A falta de 24 vueltas para el final, el relanzamiento de la prueba iba a traer consigo varios sobresaltos y sorpresas seguidas. No en vano, Fernando Alonso sorprendía con un magnífico adelantamiento –con toque incluido- al Lotus de Romain Grosjean en la primera curva; y después, el alemán de Red Bull, Sebastian Vettel, se vio obligado a retirarse por problemas de fiabilidad, circunstancia que puso la primera posición al español en bandeja, aunque la cosa no estaba ni mucho menos decidida aún. El Lotus del francés era la sombra del F2012, lo que no dejaba de ser muy preocupante teniendo en cuenta que el equipo negro de las letras doradas había mostrado el mejor ritmo de carrera, con permiso del RB8 de Vettel. Pero de nuevo saltó la sorpresa cuando Romain Grosjean se vio apeado de la carrera por problemas mecánicos. Con todo, el fantasma de la degradación de los neumáticos de Canadá planeó durante las últimas vueltas en el trazado valenciano, y aunque llegó nunca fue tan brutal con en el país transoceánico. El de Ferrari echó el resto en los últimos compases de la prueba y pudo aguantar hasta el final con cierta tranquilidad. Peor suerte corrió Hamilton cuyos neumáticos se vinieron debajo de forma más alarmante y a falta de tres vueltas no pudo hacer nada para contener el ataque del Lotus de Raikkonen.
Y para aderezo de una carrera espectacular, las sorpresas aún no habían finalizado. Pastor Maldonado que venía cuarto a un ritmo superior al de Hamilton intentó superarle y se tocó con el inglés lanzándole contra el muro y poniendo fin a la carrera del de McLaren, cuyo un enfado alcanzó tocas épicas. Y no es para menos. Además en la colisión el venezolano perdió el alerón delantero lo que propició que Michael Schumacher le adelantara y logrando subir de nuevo al podio, cosa que no hacía desde el Gran Premio de China de 2006, obteniendo así su primer podio tras su retorno. Y no pudo venir en mejor momento dado que precisamente era ahora cuando las críticas más se cebaban con el curtido alemán de 43 años, que con este resultado se convierte en el segundo piloto más veterano en lograrlo desde que lo hiciera Jack Brabham allá en el año 1970 con 44 años a sus espaldas.
Carrera espectacular del asturiano que con esta victoria -que no tenía en su palmarés-, pone patas arriba la clasificación del mundial que ahora lidera con 111 puntos, aventajando en 20 puntos a Webber que gracias a su cuarta posición y a los abandonos de Vettel y Hamilton, se alza a la segunda posición provisional del campeonato. Hamilton es tercero a 23 puntos del español y Vettel cuarto a 26 puntos. Además con su resultado, Alonso firma la vigésima carrera consecutiva finalizando dentro de los puntos, y trunca la racha de nuevos vencedores en esta temporada, convirtiéndose el primero el repetir en el peldaño más alto del podio. No es de extrañar la tremenda emoción mostrada a la conclusión de la prueba y el baño de masas que merecidamente recibió el bicampeón del mundo.
Pese a todo, hay que se cautos y la euforia actual debe de dejar paso a la reflexión y a la paciencia en el seno del equipo de Maranello ya que, pese a la retirada de Vettel el avance experimentado por Red Bull, al menos en cuanto a su RB8 se refiere, ha sido muy notable, y pese a que en Valencia se viera truncado su éxito por problemas de fiabilidad, las múltiples mejoras aquí introducidas darán mucho que hablar en carreras venideras. Además la Scudería continúa con la asignatura pendiente de la clasificación. Aunque con carreras con la de Valencia, ¿quien quiere que Alonso clasifique bien?...
En el apartado de decepciones vuelve a erigirse protagonista el otro piloto de Ferrari. Y es que Felipe Massa no da pie con bola. Por unas u otras circunstancias siempre se ve envuelto en problemas que le alejan de las posiciones de cabeza en las que, al menos por potencial del coche se debería mover, y no concluir en la decimosexta posición por delante de Pedro Martínez de la Rosa y su HRT. También destaca en este apartado, de nuevo, Jenson Button que ha vuelto a firmar un decepcionante fin de semana pese a concluir en la octava posición. Su caía en picado se prolonga ya desde la segunda carrera del campeonato. Tampoco Webber, pese a su cuarta posición y a estar segundo en el campeonato puede decirse que anda muy fino, no al menos como su compañero de equipo, aunque en este deporte al final manda la regularidad, y en eso el australiano es un todo un experto.
Resultado final de la carrera: