Humillaron a todos sus contrincantes el año pasado y se cambió la normativa en un claro intento de cortarles las alas, pero Red Bull se ha repuesto a este intento de borrarlos de los primeros puestos, y desde hace cuatro carreras vuelven a ser los dueños y señores de los Grandes Premios. La prohibición de los escapes sopladores fue un torpedo en su línea de flotación, pero la genialidad de Adrian Newey ha vuelto a plasmarse en una criatura nacida para doblegar con mano de hierro a todo el que ose enfrentarse a él. Y es que el propio Fernando Alonso ya lo dijo tras la ronda clasificatoria: "Ahora no luchamos contra Vettel, ahora luchamos contra Adrian Newey y de momento no podemos con él".
Y, aprovechándose del colosal talento de ese portentoso ingeniero inglés, tenemos a un joven alemán que sin ser el mejor piloto de la parrilla va camino de firmar su tercera corona consecutiva. La primera afirmación no es gratuita. El comienzo infructuoso de la temporada 2012 da buena fe de ello. Por entonces, el Red Bull luchaba a la estela de los McLaren y más adelante del Ferrari del asturiano –esta claro que Massa no es rival- sufriendo diversos problemas de fiabilidad y mostrándose un coche poco competitivo. En esas circunstancias, no disfrutamos de un piloto extraordinario, de un piloto que hiciera alguna gesta más allá de las posibilidades de su monoplaza. Más bien lo contrario: Sebastian se empachaba de mediocridad. Sin embargo en iguales o peores circunstancias, otro bicampeón, esta vez nacido en Oviedo, con un Ferrari F2012 que había sido un fiasco desde los primeros tests invernales, obtenía victorias y se alzaba al frente de la general del mundial. Aquí radica la diferencia, aquí se aprecia el talento. Un talento que a Fernando le sobra, mientras que Vettel solo puede disimular que lo tiene cuando conduce el mejor coche de la parrilla. De hecho, gran parte de los pilotos están de parte de Alonso y consideran que se merece el título por pilotaje, a la vez que manifiestan que el éxito de Vettel solo se debe al genio de Adrian Newey.
Ferrari encadenó una era dorada en el primer lustro del siglo XXI. Michael Schumacher –quién lo ha visto y quién le ve- y su bólido rojo fueron intocables. Algo parecido puede ocurrir ahora con Red Bull. Probablemente este año obtengan su tercer título de constructores, pero lo peor de todo es que algunas voces autorizadas del padock como el propio jefe del Cavallino, Stefano Domenicali, que ha llegado a declarar que en la temporada 2013, el equipo de Milton Keynes marcará de nuevo la pauta.
El Buddh International Circuit (en Nueva Delhi) ha sido testigo del primero de los cuatro asaltos para coronar al campeón de la actual temporada, que empezó siendo el Mundial con más ganadores diferentes en las primeras carreras y que se ha quedado – aunque aún no matemáticamente- en un mano a mano entre Fernando Alonso y Sebastian Vettel. Los dos pugnar por ser tricampeones del mundo. El camino más expedito lo tiene el alemán que en la India ha encadenado su cuarta victoria consecutiva y aventaja al español en 13 puntos, que si bien no es una distancia definitiva si que puede convertirse en un margen difícil de sortear.
Con al pole del G.P. de la Indica , Vettel firmó la pole número 35 de su carrera, la quinta de esta temporada y la tercera consecutiva, toda vez que con la victoria obtuvo la número 26 de su periplo en la máxima categoría y la cuarta consecutiva de esta temporada. Además en la India logró imponerse en todas las sesiones de clasificación, dominando de principio a fin el Gran Premio, toda vez que repite la victoria obtenida el año pasado Por su parte, no hay que olvidar que Red Bull, con la segunda plaza en parrilla alcanzada por Mark Webber, logró de nuevo copar la primera línea de la salida por tercera vez consecutiva. Y frente a este devastador potencial, Fernando Alonso tiene que luchar en inferioridad de condiciones, aunque haciendo gala de un desmesurado talento y arrojo en algunas ocasiones consiga ponerles en aprietos.
El piloto de Ferrari tomó la salida en la quinta posición y concluyó en la segunda después de adelantar a Hamilton, Button y Webber al que acosó en la distancia durante gran parte de la prueba y del que pudo dar buena cuenta al final, beneficiado por los problemas sufridos por aquel en el KERS de su BR8. Alonso realizó una soberbia carrera, siempre al límite, siempre exprimiendo el bólido al máximo, siempre aprovechando cada milímetro de la pista, siempre manteniendo un ritmo constante, y siempre, y en definitiva, rindiendo a un nivel al que solo unos pocos elegidos pueden llegar. Sabe que el Mundial se le escapa de las manos y que aunque 13 puntos no son infranqueables, solo problemas de fiabilidad del líder le pueden dar una oportunidad. Para disfrute de muchos, luchará hasta la extenuación y nunca se rendirá, pese a que el rival sea un ogro cuyos datos apabullan: todas y cada una de las vueltas de las últimas tres carreras han sido lideradas por él. Impresionante, eso es lo que se predica del gigantesco potencial del monoplaza de Sebastian Vettel.
Aunque lo cierto y verdad es que en la pista india pudimos comprobar que el equipo de Maranello sigue trabajando y aportando evoluciones que le acercan, o al menos, no le alejan del equipo Red Bull, el éxito de una carrera comienza en la ronda clasificatoria, y aquí es donde el F2012 hace aguas. Este es el hándicap que el equipo rojo debe subsanar de inmediato. Tomar la salida en la quinta posición y tener que pelear para escalar posiciones, mientras que Vettel sale primero y disfruta de una cómoda y despejada carrera, implica ceder un tiempo valiosísimo en los primeros lances de la prueba que desbarata las posibilidades del español de batallar de tú a tú contra el alemán, pese a que sus ritmos de carrera puedan llegar a ser muy similares.
Merece la pena destacar que Michael Schumacher, pese a sumar su octavo abandono de la temporada, superando con ello la racha negativa de siete que registró en el año 1993, ha
Sin descanso nos plantamos en Abu Dhabi, la próxima cita del Mundial, en una pista, la de Yas Marina, de amargo recuerdo para Fernando Alonso, no en vano perdió el campeonato del Mundo de 2010 a manos de Sebastian Vettel.
Resultado de la prueba india: