Con la victoria de Sinpagur, Sebastian Vettel ha dejado casi sentenciado el mudial ya que, tan solo 1 punto le separa del título, por lo que, salvo catástrofe, en Japón celebrará su bicampeonato, y ello, a falta de cuatro pruebas más para la consecución de la temporada. No cabe duda de que está siendo el piloto más constante y con mejor ritmo de toda la parrilla y eso se hace notar en la clasificación, donde volvió a marcar la pole con unas distancias más que considerables con sus rivales. Un dato relevador que define su velocidad: lleva 50 carreras con Red Bull y en 25 ocasiones ha tomado la salida desde la primera posición. Pero también es justo reconocer que el mérito no es solo suyo, sino también del estratosférico rendimiento de su RB7, que sin duda se ha convertido en el mejor monoplaza de los últimos años. Ello no quiere decir que el alemán no tenga talento suficiente y no se merezca el campeonato, pero problablemente en igualdad de condiciones con otros pilotos (Hamilton, Button, Alonso) se podría poner en duda tan aplastante superioridad.
Visto lo visto, es posible que Red Bull se lleve todas las poles de la temporada lo que viene a reflejar que el resto de equipos están a años luz del equipo de la bebida energética, verdadera referencia en los dos últmos años y la fuente de inspiración de la que todos quieren beber. No es de extrañar pues, que Vettel se haya convertido en el segundo piloto de la historia en obtener más de 10 poles en una temporada. Solo Ayrton Senna había logrado algo similar si bien el brasileño moldeó tamaña hazaña en tres temporadas diferentes.
La carrera: Un paseo para Vettel con final apretado.
El GP de de Singapur es peculiar no solo por disputarse en un circuito urbano –Marina Bay- sino porque se corre cuando la noche ya ha caido sobre la espectactular ciudad y por tanto, el trazado precisa ser iluminado mediante 1.500 proyectores de 2.000 vatios, distribuidos a los largo de perímetro de la pista, que generan una luminosidad cuatro veces más potente que la iluminación de un estadio de fútbol. Si a la proximidad de los muros, unimos un clima con una gran humedad, y que la carrera es la más larga del mundial, no resulta extraño que se trate de la carrera más exigente del mundial y que los pilotos sufran un gran cansancio y desgaste físico.
La prueba estuvo llena de incidentes pero la emoción nunca se centró en dilucidar quién ocuparía el escalón más alto del podio, ya que, fiel a su constumbre, Vettel desde el primer momento puso tierra de por medio con el resto, logrando rondar con relativa comodidad y con la única preocupación de no cometer errores. La segunda posición fue para Jeson Button que continua sorprendiendo por su excelente rendimiento y que, de no haber sido por la absurda norma que rige el coche de seguridad y que permite que los pilotos con vuelta perdida se intercalen entre los que antes les habían doblado, seguro que hubiera peleado la victoria al alemán en los últimos compases de la carrera. No en vano, tras el relanzamiento de la prueba después de la entrada del coche de seguridad –que no se ha perdido nunca su cita en este circuito- debido a un accidente de Schumacher, tres doblados interpuestos entre Vettel y Button resultaron ser decisivos. Para cuando el británico pudo deshacerse de ellos el alemán ya se le había tomado una distancia de más de 10 segundos. A la postre esa ventaja fue crucial, dado que, permitiría al teutón gestionar la distancia cuando su ritmo cayó estrepitosamente a pocas vueltas del final -quizás debido a un problema con el consumo-, y aunque Button empujó para recortarle la distancia, llegando incluso a marcar la vuelta rápida, otra tanda de doblados desbaratarían sus esperanzas de darle caza. Precisamente, uno de los puntos negros de esta carrera y fruto de las críticas de los pilotos punteros fue el comprotamiento de los doblados, que suponían un obstáculo complicado de salvar al no facilitar el adelantamiento como es debido. Los comisarios en esta carrera tuvieron trabajo y no dieron abasto a poner sanciones tando durante como al final de la carrera: Hamilton, Schumacher, Kobayashi,, Alguersuari, Lotus Renault, Team Lotus…en fin, una larga lista.
Al tercer escalón del podio subiría el otro piloto de Red Bull, Mark Webber, que mantuvo una bonita pelea con Fernando Alonso. El español quedó cuarto en una pista en la que siempre había logrado subir al podio. En 2008 se convirtío en el primer piloto en ganar una carrera nocturna al triunfar en la primera edición de este Gran Premio. Pero de regreso al presente, las cosas no marcharon tan bien como entonces y pese a que el de Oviedo volvió a realizar una formidable salida, ganando dos posiciones, los problemas de degradación de sus neumáticos y sobre todo el pobre rendimiento del Ferrari 150º Italia le impidieron conservar la tercera posición. No escatimó esfuerzos para lograrlo pero con el coche que tiene, difícilmente puede poner su vista en metas más altas. No obstante el adelantamiento que le hizo Webber resultó el punto de partida de una polémica que se ha suscitado entre Alonso y Algueruari. El de Ferrari se quejó de que el de Toro Rosso no le facilitó el doblaje, momento que aprovechó Webber para arrebatarle la posición. El cruce de declaraciones entre el asturiano y el catalán estaba servido y no faltaron acusaciones de falta de profesionalidad entre ambos. Esperemos que el agua vuelva a su cauce.
Polémicas al margen, está claro que la cuarta posición del asturiano bien pudo ser la quinta, de no haber sido porque Lewis hamilton sacó a relucir de nuevo su exceso de arrojo y fogosidad. Salió mal debido a que montó los neumáticos del compuesto más duro; en su avance, tuvo un encontronazo con Felipe Massa rompiendo parte de su alerón delantero; fue sancionado por ello con un “drive through” al ser considerado responsable de colisión los comisarios; pasó cinco veces por la calle de por boxes, y después de realizar una remontada espectacular terminó detrás del español, demostrando que de no haber cometido ese error a buen seguro que hubiera quedado más arriba en la clasificación. Su MP4-26, sin duda, tenía mucho más potencial que el Ferrari.
Casi todo el pescado vendido:
Que Vettel será campeón del mundo y que el equipo Red Bull logrará el título de constructores es algo que nadie duda a estas alturas, por lo que no resulta consolador que el máximo responsable del equipo de Maranello, Stefano Domenicali, declare que está gratamente impresionado por el monoplaza de la temporada que viene. Esto es dar esperanzas de futuro cuando ahora todo está perdido. ¡No, señores de Ferrari! Así no. ¡Queríamos ver campeón a Fernando este año!, y el año que viene Dios dirá. Pero claro, con un caballo percherón difícilmente se podrá ganar a un pura sangre. Mucho trabajo tiene por delante la Scuderia que, lamentablemente está demostrando no estár a la altura del que sin duda es el mejor piloto de la parrilla.
Con el campeonato casi sentenciado -solo Button podría ser campeón matemáticamente, aunque esto no deja de ser una quimera- la emoción se centrará en la lucha por el subcampeonato que, aunque solo tenga reconocimiento de cara al palmarés del piloto, a buen seguro que nos brindará carreras interesantes de aquí hasta el final de la temporada.
Resultado de la carrera de Singapur: