martes, 28 de junio de 2011

G.P. de Europa 2011 (Valencia): Vettel, suma y sigue.

Vettel firmó en el Gran Premio de Europa el mejor arranque de la historia de la Fórmula 1 al haber logrado seis victorias y dos segundos puestos en tan solo ocho carreras. Con estos números muy mal se le tiene que dar al joven alemán para no volver a saborear las mieles de otro campeonato del mundo.

Y hablando de historia, la disputa de la prueba que discurre por el puerto industrial de la ciudad de Valencia nos deparó la cuarta carrera de la historia en la que no se ha computado ningún abandono. Antes se había logrado en el GP de Alemania de 1961, y en los Grandes Premios de Italia y de EEUU en el 2005.

De vuelta a Valencia, una vez más la pole y la primera línea estuvo monopolizada por los coches del equipo de la bebida energética, y es que, en estas lides, de momento son imbatibles. No en vano, atesoran todas y cada una de las poles de la temporada lo que sin duda acredita la aplastante superioridad del RB7, y no hace otra cosa que sacar los colores al resto de los pretendidos aspirantes al título.

La carrera, emocionante en todo lo que no tenga que ver con la primera posición, coto exclusivo de Vettel, dejó constancia una vez más las diferencias entre los Red Bull y el resto. Solo Fernando, a base de tesón, arrojo y entrega, dando el 120%, pudo ganar la partida a Webber y se alzó con la segunda plaza pudiendo completando así un hueco vacío en su vitrina de trofeos. Después de una salida un poco floja que por momentos le relegó a la quinta posición, en la frenada de la primera curva, el de Oviedo tiró de talento y se colocó tercero detrás de Webber. Controló y sometió al australiano a un férreo control, haciendo buen uso de la estrategia -aspecto éste donde el equipo rojo no estaba destacado especialmente- jugando con el segundo de margen que le otorgaba el privilegio del uso del DRS –utilizable nuevamente en dos zonas diferenciadas- y no solo le adelantó en boxes en la tercera parada sino que también pudimos ver como un Ferrari adelanta a un Red Bull en la pista.

Buen resultado pero sabe a poco. Teniendo en cuenta el nivel extraordinario de madurez y de pilotaje que demuestra semana tras semana el asturiano resulta una lastima que ese talento no se vea acompañado por las prestaciones de su decepcionante Ferrari 150º Italia.

Vettel ganó, sí, pero aunque su posición corría poco peligro, no lo tuvo una carrera tan cómoda como en otras ocasiones dado que el margen con Webber y Fernando durante gran parte de la prueba fue más bien pequeño. No obstante ya tenemos ganas de ver hasta donde es capaz de llegar el germano en un duelo directo por la primera posición, circunstancia ésta que de momento brilla por su ausencia.
Mención especial para Jaime Alguersuari que protagonizó una remontada de nada menos que diez posiciones, concluyendo en octava posición e igualando su mejor resultado -obtenido en la pasada carrera-, y que no puede venir en mejor momento, justo cuando su papel dentro del Gran Circo algunos ponían en tela de juicio. Pilotaje serio, frío y calculador que demuestra que el piloto más joven de  parrilla está preparado para dar el salto al primer equipo…

La próxima carrera, el GP de Gran Bretaña, podrá marcar un punto de inflexión en el desarrollo del campeonato al entrar en vigor la prohibición del uso de los escapes sopladores al nivel de desarrollo utilizado hasta ahora. Existe gran expectación por comprobar si realmente los Red Bull van a perder gran parte de la ventaja de la que disfrutan desde el comienzo del campeonato.

Resultado final de la carrera:

miércoles, 15 de junio de 2011

G.P. Canadá 2011: Infierno bajo el agua.

Pretender sintetizar en un artículo que no llegue a ser soporífero, todo lo acontecido en una de las carreras más largas de la historia, resultaría una tarea de locos, pero en nada comparable con el delirio de Gran Premio que pudimos contemplar, y que sin duda debería pasar a la hemeroteca de todo aficionado a este deporte. La culpable de todo fue la lluvia que se cebó sobre el trazado del circuito Gilles Villeneuve. En estas circunstancias de baja adherencia se suceden las pasadas de frenada, los saltos de las chicanes, los toques, los alerones rotos, las colisiones, los accidentes, incluso algún comisario que casi es atropellado al retirar los restos de un accidente…en definitiva, que al final el coche de seguridad se convirtió en uno de los protagonistas de la carrera debido a sus múltiples apariciones (cinco veces).

El sábado la parrilla había quedado configurada con el mismo poleman de casi siempre, es decir, Sebastian Vettel que se metió en el bolsillo su sexta pole de la temporada, manteniendo a su equipo con el 100% de las primeras posiciones desde el comienzo del campeonato. Ni siquiera la aparente debilidad del RB7 en una pista como esta sin curvas rápidas que favorezcan a su aerodinámica, ni las buenas vibraciones que emanaban del equipo Ferrari pudieron evitarlo, ya que Alonso y Massa solo pudieron ser segundo y tercero; posiciones de salida que resultan ser las mejores hasta ahora.

El hecho de que en el momento de la salida no cayera ni una sola gota sobre la pista no evitó que el director de carrera, Charlie Whiting, en un exceso de prudencia ante un asfalto que aún no había secado, nos privara de la emoción de tal instante al decidir comenzar la prueba detrás del coche de seguridad. Una ventaja para Vettel que no ve peligrar si posición de privilegio esos momentos de tanta tensión, lo que resulta toda una pantomima que no casa con la esencia de este deporte. Si señores, este deporte es un deporte de riesgo y aunque es obvio que la seguridad debe primar sobre todo, últimamente a los pilotos se les mima demasiado. Recordemos que son los mejores del mundo y que deben adaptarse a todas las circunstancias por muy duras que estas sean. Al menos esto era algo indiscutible no hace muchos años, donde además, las medidas de seguridad brillaban por su ausencia. Me gustaría ver las caras de Senna, Prost, Hill, Lauda y compañía si en sus tiempos y ante acontecimientos similares les hubieran hecho salir detrás de un coche de calle con luces en el techo…seguro que se hubieran reído de lo lindo. El que no quiera correr que se dedique a jugar al mus. Y pensar que el Sr. Ecclestone quiere poner aspersores en las pistas para mejorar el espectáculo…Me parece que alguien ha perdido el rumbo.

Tras la disputa de algo más de veinte vueltas y ante una pista impracticable, se optó por sacar bandera roja y suspender la prueba durante dos interminables horas, para volver a reanudarla con una pista en fase de secado que se convertiría en el quebradero de cabeza de equipos y pilotos en su intento de acertar con las gomas adecuadas a calzar en tales circunstancias.


La parrilla del Gran Premio contaba una vez más con la presencia de tres españoles ya que a los habituales, Alonso y Alguersuari se uniría De la Rosa, al que su antiguo equipo, Sauber, llamaría para sustituir al mexicano Sergio Pérez que tras un primer contacto con el coche después de su accidente de Mónaco sintió molestias que le impidieron disputar la carrera. Suerte dispar en todo caso para los tres, ya que Fernando fruto de una mala estrategia por parte de su equipo –otra vez-, que le hizo entrar a boxes cuanto marchaba segundo para montar neumáticos intermedios cuando se avecinaba el aguacero, tuvo que pelear en el medio de pelotón sufriendo un toque con Button que le dejó fuera de carrera en la vuelta 37. Por su parte Pedro de la Rosa, que también se quejó de un toque con Button, concluyó en la duodécima posición habiendo dejado un buen sabor de boca, ya que estuvo cerca de los putos. Aunque el que brilló con luz propia fue Jaime Alguersuari que tras una carrera impecable logró concluir en octava posición, en el que es su mejor resultado en Fórmula 1. Además hay que destacar que el equipo español HRT ha logrado meter en la posición decimotercera a uno de sus monoplazas (Vitantonio Liuzzi) siendo este también el mejor resultado de su historia.

El espectáculo de la carrera, aparte de la lluvia, vino de la mano de los pilotos del equipo McLaren. Lewis Hamilton, que se ha convertido en el perejil de todas las salsas, se tocó con Webber cuando se lanzó la carrera y después con su propio compañero de equipo en plena recta de meta cuando le pretendía adelantar, impactando contra el muro y destrozando la transmisión posterior de su monoplaza por lo que tuvo que retirarse. Le llueven las críticas al inglés y no es para menos, pero lo cierto es que, aunque a veces va demasiado lejos, sus intervenciones ofrecen espectáculo a raudales.

Final inesperado:

En el trascurso de la última vuelta y cuando parecía que Vettel, que se había mostrado un sólido líder durante toda la prueba pese a su alocado desarrollo, sobrevino la sorpresa ya el alemán comentó un error en la curva 6 al frenar en la zona mojada que provocó un pequeño trompo y puso en bandeja la victoria a Jenson Button que le venía presionando, y que sin duda devuelve al joven alemán la senda de los mortales: Si señores, Vettel es humano y vulnerable a la presión.

La victoria del británico de McLaren resulta más impresionante aún si tenemos en cuenta su trayectoria en el transcurso de la carrera: Tomaba la salida en séptima posición tras una mediocre clasificación; se arriesgó con la estrategia en los primeros lances de carrera; pasó por boxes en ¡seis ocasiones!, y tuvo varios encontronazos con distintos pilotos que demostraron que su MP4-26 es indestructible: primero con su compañero de equipo, más tarde con Fernando, después con Pedro…siendo considerados lances de carrera los comisarios y por tanto exentos de sanción. Justa en todo caso la victoria del inglés que para nada contaba en las quinielas pero que estuvo agresivo y constante en unas circunstancias de las que siempre sabe sacar provecho.

Pese a todos los avatares acontecidos en esta loca carrera, Sebastian Vettel sale de Montreal más líder que nunca, ya que atesora una ventaja de nada menos que 60 puntos con el segundo clasificado, Jenson Button. Alonso que es quinto está a 92 puntos, lo que sin duda está haciendo que el equipo de Maranello se plantee desistir de una vez por todas de luchar por esta temporada para centrarse ya en el año 2012, siendo las próximas carreras cruciales para el futuro inmediato de la Scuderia.

Resultado de la carrera:



jueves, 9 de junio de 2011

Previo Gran Premio de Canadá 2011


La sede de la séptima prueba del mundial está ubicada en la Isla Notre Dame, que fue creada para albergar una exposición universal en el año 1967. Es un circuito de contrastes, donde las largas rectas se mezclan con curvas lentas precedidas de grandes frenadas. El trazado debe su nombre al mítico piloto de Ferrari, Gilles Villeneuve, tristemente fallecido en aquel fatal accidente ocurrido en el circuito Belga de Zolder, el 8 de mayo de 1982, cuando en el transcurso de los entrenamientos su monoplaza embistió por detrás al de otro piloto, lo que provocó que su coche volara y el piloto canadiense saliese despedido del monoplaza, golpeándose contra las vallas del circuito perdiendo la vida en el acto.

Se prevee un Gran Premio muy emocionante, habida cuenta de que el dominio teórico de los Red Bull queda un atenuado sobre este asfalto, al no revestir tanta importancia la eficiencia aerodinámica. De heco nunca un monoplaza de la bebida energética ha obtenido la victoria en esta pista, donde sin duda el rey indiscutible es Michael Schumacher que ha subido a lo más alto del cajón en nada menos que ocho ocasiones.

Pero si por algo también es recordado este Gran Premio en su historia reciente, es por el espectacutlar accidente que sufrió el polaco Robert Kubica a los mandos de un BMW-Sauber en el año 2007, y del que milagrosamente salió vivo, y del que abandoraría el hospital tan solo una semana después. Hasta tal punto llegó el acontecimiento que el propio Vaticano se intersó por el accidente, debido también a la pública devoción que el piloto tenía hacia su compatriota, el Papa Juan Pablo II (siempre corre con un casco que incluye el nombre del Santo Pontífice), llegándose a barajar la intervención de una mano divina...Desde luego, creencias a aparte, solo hay que ver el video cuyo enlace os dejo más abajo, para darse cuenta de la suerte que tuvo el bueno de Robert...y que continuó al año siguiente cuando obtuvo la victoria.


Por cierto, a resultas de este accidente, el polaco se perdió  la siguiente carrera, el GP de Estados Unidos, siendo sustituído por un jovencísimo y aún desconocido, Sebastian Vettel, que ya por entonces dejó plasmadas las muestras de su innegale talento.